Es interesante por el pórtico que recuerda a las capillas funerarias de cementerios como los de Amorebieta o Balmaseda.
Dispone de una nave rectangular, ábside circular y cubierta a dos aguas, con espadaña de madera para campana. El pórtico se sitúa a los pies sostenido por dos columnas y dos pilares de sillería.
La primitiva iglesia de la Magdalena fue construida a principios del siglo XIX cuando las tropas francesas afincadas en la villa, decretan que los cementerios, que hasta entonces estaban en los pórticos de Santa María y Santa Ana, tienen que salir fuera del centro de la Villa. Posteriormente el cementerio fue trasladado a las afueras construyéndose en su lugar la ermita de la Magdalena que conocemos.